NUEVO GOBIERNO, IDÉNTICAS FORMAS

Aspiraba el PSOE de Valsequillo a que un cambio de gobierno despejara el sentido de propiedad que controla los medios de comunicación que pagamos todos los ciudadanos. Cuando en la calle el clamor de un movimiento social sometido a sordina informativa cuestiona el orden político establecido, reclama una representatividad más efectiva, a la vez que el desmantelamiento de situaciones privilegiadas frente a  tragedias como el paro y el ahogamiento de las economías familiares, los gobiernos sólo se ocupan de mantener su “statu quo”.

         No sorprendería al PSOE que el PP, si estuviese aún en el gobierno municipal de Valsequillo, amordazara la exposición y confrontación democrática de ideas o, simplemente, como hace en el Estado, hiciera mutis por el foro, esperando que el trabajo para llegar al poder, su única obsesión, se lo hagan las encuestas y los mercados financieros, amparados, por cierto, en sus andanzas por dos gobiernos y líderes de la derecha europea, Ángela Merkel y Sarkozy; sin embargo, sí nos desorienta y sorprende que un partido como ASBA-NC, que hace escasos meses exigía acceso y participación democrática en los medios de comunicación municipales, ahora eluda otorgar los espacios electorales, ya no sólo legales de acuerdo a los porcentajes de derecho de representación de los que concurrimos a esta cita electoral, sino propiciar exposición de programas y debate abierto entre los diferentes  partidos políticos.

Enfatizaba recientemente en Gran Canaria nuestro candidato a presidente de gobierno, Rubalcaba, que el problema de esta crisis no está esencialmente en lo económico, sino, paralela y fundamentalmente, en una pérdida de valores. Hay una crisis de gobernanza y credibilidad política, donde los gobiernos no tienen el poder y el poder no está en los gobiernos; la democracia pierde en esta partida contra especuladores y mercados, el dinero se superpone al humanismo que caracterizó a  Europa.

Desde el PSOE de Valsequillo reclamamos al gobierno de ASBA-NC que nos ayude a hacer práctica democrática, convocando a partidos, asociaciones vecinales, ciudadanos en general con deseos de opinar, a debates o tertulias públicas en nuestros medios de comunicación. No se deben repetir vicios, porque ahora, más que nunca, necesitamos libertad de expresión y difusión de ideas.