
Para aquellos que intentaron distorsionar la voluntad de los electores anunciándose como los únicos valedores y poseedores de la verdad absoluta en la política municipal, generando un estado de tensión y temor social ante lo que podría deparar el futuro si se producía el cambio de gobernantes, decirles que se les acabaron las artimañas y argumentos dañinos y maniqueos. REVISTA TARA





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